María Isabel Valencia Montero, Marcela Aravena Domich
Educación en derechos humanos
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I+D Revista de Investigaciones ISSN 2256-1676 / ISSN en línea 2539-519X
Volumen 17 Número 2 Julio-Diciembre de 2022 pp. 141-151
programa estaba estructurado en tres fases: la primera fase se
llevó a cabo en los años 2005-2009. Se enfocó en los sistemas
de enseñanza primaria y secundaria; en la segunda fase, se
enfatizó en la enseñanza de los DDHH para la educación su-
perior y se implementó en los años 2010-2014; la última fase
se estableció para los años 2015 y 2019 (Zambrano, 2017).
Educación en derechos humanos
La educación en derechos humanos se origina con la De-
claración Universal de los DDHH, debido a que con esta
publicación se marca un hito en la historia de esta temática.
En 1948 se determina por primera vez los DDHH que deben
ser promovidos, protegidos y acatados por todas las naciones
del mundo entero (Ocina, 2002). Su importancia radica en
que por medio de estas normas básicas se pueda lograr una
convivencia justa, de paz y solidaria entre los individuos y
entre los Estados (Sánchez, 2010).
Por su parte, la ONU, en el Convenio de Viena de 1993, motiva
a los Estados para que tomen medidas y diseñen propuestas
y planes estratégicos que respalden la EDH, desde entonces,
es que se le hace la recomendación a todos los gobiernos
para que difundan la información (Gómez y Oraá, 2002). Así,
en el año 1950, la Asamblea General de las Naciones Unidas
invita a la Unesco a promover y fomentar la enseñanza de los
DDHH en las instituciones educativas. Este tema se convirtió
en un pilar para la mejora de la calidad de la educación y, a
su vez, como el vehículo para fortalecer una cultura pacíca
y respetuosa, promotora y practicante de los DDHH (Lara,
2010). A partir de ese momento, se comienzan a estructurar
los diferentes planes y acciones con el propósito de lograr
avances en materia de EDH (ONU, 1966).
Según lo expuesto por Maldonado (2010), al establecer la
conceptualización de “educación en derechos humanos”
como medio cultural y primordial se hizo que esta temática
fuera relevante ante cualquier contexto. De esta manera, se
inaugura la tendencia de enseñar los DDHH. En este punto
se debe reconocer que, gracias a entes internacionales y
regionales, a la intervención de líderes políticos, y a las di-
ferentes conferencias llevadas a cabo por estudiosos en la
materia, se logra que este tópico se convierta en el interés de
muchos gobiernos, convirtiéndose el tema de “la educación
en derechos humanos” (Oraá, 2009). Como lo mencionó el
representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
en Colombia, “el instrumento cultural más poderoso” para evi-
tar el olvido, la barbarie y la misma violación de eso mismos
derechos (Velásquez, 2020).
Pero ¿qué es la EDH? Para responder a este interrogante se
trae a colación lo descrito por la Unesco (2012), al denirla,
“como un proceso educativo continuo y permanente, orien-
tado a crear una cultura universal, por medio de la transmi-
sión de saberes”. Al respecto se puede aportar que es una
práctica educativa enfocada en el individuo como un sujeto
de derechos, capaz de autorrealizarse, como ser autónomo
y competente (Trimiño y Amézquita, 2018). Con todo y lo
anterior, se puede comprender que el objetivo de formar al
individuo en DDHH, es favorecer el reconocimiento, la defen-
sa y la promoción de estos, es decir, que el ser humano pueda
hacer uso de sus derechos y libertades (Ramírez, 2000).
En este orden de ideas, la EDH adquiere un papel trascenden-
temente al tener una función protectora y promotora de la
dignidad humana en las sociedades actuales (Plandeh, 2009).
Aquí la escuela se convierte en el escenario apropiado, al des-
empeñar el papel de formar al individuo para el ejercicio de
los derechos humanos. Por ende, todos agentes involucrados
en este proceso educativo asumen roles diferentes, pero con
un mismo n; formar una cultura de valores en y para los
derechos humanos (Tovar, 2008).
¿Cómo está enseñando la escuela en Colombia los
derechos humanos?
Al respecto, el Ministerio de Educación Nacional, en su publi-
cación del programa Eduderechos, sostiene que la enseñanza
para la práctica en esta temática, los entes educativos son
los que deben crear escenarios que propicien espacios para
una convivencia pacíca, lejos de actos discriminatorios. Es
decir, contar con entornos de aprendizajes donde se enseñe
la democracia y se promueva la libre expresión. Pero lo más
primordial es que se suscite el respeto y reconocimiento
sobre la dignidad humana como un valor supremo. Es así
como “la escuela debe ser esa atmósfera donde los DDHH
sean una realidad permanente, no solo dentro del entorno
educativo, sino en todas las esferas de la vida del ser huma-
no” (Ministerio de Educación Nacional, 2017, p. 23).
Por su parte, el Instituto Interamericano de Derechos Hu-
manos (2008) señala que los entes educativos desempeñan
un papel formador, ya que propician la propagación de
valores, modelos y conductas en los individuos, que pue-
den facilitar o no el ejercicio de los derechos humanos. De
manera similar, Sánchez (2010) menciona que los centros
escolares tienen la gran responsabilidad de construir proce-
sos socioculturales que fomenten en las personas el asumir
plenamente su condición ciudadana, como un sujeto con
derechos y deberes.
Bajo esta perspectiva, se hace indispensable que la instruc-
ción de los DDHH sea dada a los educandos desde temprana
edad. Como lo plantea Kompass (2003), la EDH, sin lugar a
duda, se debe iniciar desde la instrucción básica. Según este
autor, es en edades tempranas que los niños cuentan con
más potencial para aprender, conocer, convivir, ser y hacer.
Además, la cultura en este tema no solo está a cargo de los